Según el informe de ELSA by GenderLab, en la región, 7 de cada 10 personas que vivieron hostigamiento sexual en los últimos dos años sufrieron estrés. Cinco de cada 10 enfrentaron problemas para concentrarse y 3 de cada 10 disminuyeron su rendimiento laboral.
Además, 2 de cada 10 llegaron a faltar al trabajo o reuniones laborales. Pero la cifra que más sorprende es que 2 de cada 4 personas que han sufrido acoso sexual laboral no comenta con nadie lo sucedido y una de cada 4 pide un traslado de área.
En Perú, el 41% de las personas que atravesaron acoso sexual laboral sintieron estrés, 30% sintió ansiedad y 25% problemas para concentrarse, siendo evidente el perjuicio en el bienestar de las personas y; en la productividad y competitividad de las empresas.
En este contexto, una de cada 3 personas ha presenciado alguna situación de acoso sexual laboral y la mayoría no ha intervenido. Pese a estas cifras, y al evidente impacto en las organizaciones, se cree que este problema involucra solo a la víctima y el acosador, pero la realidad y la manera más efectiva de prevenirla es otra.
¿Por qué no intervenimos y/o normalizamos este tipo de situaciones?
Jackson Katz, Ph.D y especialista en estudios de género, raza y violencia, es promotor y pionero del enfoque preventivo #BystanderApproach, el mismo que permite ser conscientes de nuestro rol en la prevención del acoso sexual e intervenir frente a estas situaciones.
ELSA by GenderLab, y en alianza con ANDI, Cámara de Comercio de España en Perú, Líderes por la Equidad – IPAE, Perú Sostenible y TOC Asociados, organizó una charla con este especialista, dirigida a CEOs, líderes y lideresas empresariales. El objetivo: reconocer nuestro rol en la prevención del acoso sexual laboral.
Este espacio nos permitió conocer el #BystanderApproach y cómo este enfoque rompe la manera limitante que ha impuesto el modelo “perpetrador – víctima”. Entender el hostigamiento como una situación que involucra solo a estos dos roles, coloca casi siempre a las mujeres como víctimas, potenciales víctimas o sobrevivientes empoderadas, mientras que a los hombres los suele señalar como perpetradores o potenciales perpetradores.
Hasta hoy, la mayoría de las soluciones a este problema se enfoca en las víctimas (recayendo en ellas la responsabilidad de la denuncia. En esa misma línea, las limitaciones de este modelo sesgado, genera que el grupo de poder dominante, generalmente hombres, no se vea como potencial perpetrador.
Como resultado, se cierra a la posibilidad de cuestionarse y analizar su comportamiento de manera crítica y de abrirse al diálogo. Por esta misma razón se pierden oportunidades para formarse sobre la prevención del acoso y, en última instancia, intervenir y/o actuar frente a una situación de hostigamiento.
Sin embargo, cuando se rompe con el modelo “perpetrador – víctima” y se analiza bajo el #BystanderApproach, hombres y mujeres se ven como un solo grupo: amigos, familiares, compañeros de trabajo, de estudios, etc., de mujeres y colectivos vulnerables que sufrieron o podrían sufrir acoso. Este enfoque de corte integrador genera espacios seguros para aprender, entender constructivamente y generar compromisos de acción que lleven a la práctica las políticas y los protocolos contra el hostigamiento sexual laboral, para prevenirlo o actuar frente él.
Pero ¿cómo empezar?
Un ejemplo para abordar este enfoque es incorporar el tema desde la construcción de un #liderazgo activo que incluya la prevención del hostigamiento sexual laboral. Líderes y lideresas tienen la responsabilidad de vivir los valores de la compañía que dirigen, y la lucha contra el acoso sexual laboral cabe perfectamente dentro de este marco. El #BystanderApproach reforzará el entendimiento de que todos estamos llamados a que empresas e instituciones sean un espacio seguro para todos y todas.
Desde TOC Asociados, agradecemos a nuestros #AliadosTOC que asistieron a esta charla y al compromiso que tienen en la prevención del hostigamiento sexual laboral.